DANLI, Paraíso. La Catedral de la Inmaculada Concepción se vistió de fiesta, con cantos, aplausos y la alegría de los católicos durante la Misa Crismal y dio paso a las celebraciones de la Semana Santa.
La misa conmemora la institución del sacramento del orden sacerdotal por Jesucristo durante la Última Cena y está dedicada a la renovación por parte de los sacerdotes de los votos de pobreza, castidad y obediencia.
Durante la ceremonia también se bendicen los óleos de los catecúmenos, los enfermos y el crisma, que se utilizan durante todo el año para bautismos, confirmaciones y unciones de personas que padecen problemas de salud.
El Santo Crisma consagrado en la Eucaristía unge a los recién bautizados, quienes son confirmados, se ungen las manos de los sacerdotes en su ordenación sacerdotal, las cabezas de los obispos en su ordenación episcopal, las iglesias y altares en su advocación.
Durante la Misa Crismal hay una renovación de las promesas de los sacerdotes y la del obispo que dirige la consagración.
Durante la ceremonia se presentó el aroma del Santo Crisma, los óleos de los catecúmenos, los enfermos y el pan y vino para la Eucaristía.
Se recordó con alegría la reciente ordenación de los diáconos Wilson Raudales y Elvin Castro. (CR)