La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el asesinato en Honduras del periodista Francisco Javier Ramírez Amador, pese a que contaba con medidas de protección por parte del Estado. La organización instó a las autoridades a investigar de manera oportuna y exhaustiva, para que el crimen no quede impune.
El asesinato de Ramírez Amador, quien fue víctima de un atentado en mayo, se suma este año al de José Amílcar Chávez, corresponsal del noticiero Hoy Mismo y propietario de una emisora de radio cristiana, en Olanchito, departamento hondureño de Yoro. asesinado el 1 de abril.
Ramírez Amador, de 39 años, fue asesinado la noche del 21 de diciembre en la ciudad de Danlí, departamento de El Paraíso, a unos 68 kilómetros al este de la capital Tegucigalpa, según informes de la prensa local. Fue atacado por sujetos armados junto con un policía asignado por las autoridades para garantizar su seguridad. El policía resultó herido en el ataque, pero, según informes, su estado es estable.
El presidente de la SIP, Roberto Rock, condenó el crimen e instó a las autoridades hondureñas “a investigar el crimen y procesar a los responsables”. “Es indignante que esto haya sucedido a pesar de que la víctima contaba con medidas cautelares para su protección”. Roca, director del portal La silla rotaAgregó que «este caso debería ayudar a las autoridades competentes a identificar y corregir las fallas evidentes en el mecanismo de protección».
Luego de sobrevivir a un atentado en su contra en mayo, Ramírez Amador solicitó seguridad a través del Sistema de Protección a Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia, creado en 2015. Fue reportero y presentador del noticiero Canal 24, en Danlí, actividad que fue suspendida por amenazas de muerte. Los informes de prensa no especificaron el motivo ni el origen de las amenazas.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP y director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina, Carlos Jornet, agregó que “este crimen vuelve a llamar la atención sobre la urgencia de evaluar el funcionamiento de los sistemas de protección. » , que en general tienden a ser más reactivos que preventivos y no cuentan con suficientes recursos económicos y humanos, ni con la formación adecuada para garantizar su eficiencia”.