Reinaldo Rueda quedó endeudado

Sólo dos cosas que sucedieron en Dallas me sorprendieron. ¿La derrota? No. ¿El bajo nivel del equipo? Ni.

Pero primero, lo predecible: la emoción, la pasión y el amor por Honduras de los 14.000 catrachos que llenaron el Estadio Toyota y lo dan todo por su país, de 14.000 héroes que viajaron miles de kilómetros para ver a su H, que desafían el frío y el calor para ver y amar a su familia, que gastan dinero que no tienen y que se dejan los pulmones por un Equipo que no tiene alma ni fútbol, ​​pero es suyo.

El h No transmite nada, pero tiene los colores, azul y blanco, y con eso basta tener fe, aferrarse a la esperanza, amar sin ser amado. Es una pena.

Ahora ¿por qué perdimos? Se espera que un equipo con Nájar, Jorge Álvarez, Edwin, Chirinos y Rivas Generar fútbol, ​​distribuir bien el balón, tener madurez y saber cuándo acelerar y cuándo hacer una pausa. Pero ojo, sólo hay cinco de 11.

En el fútbol moderno todos anotan y todos saben manejar el balón. Pero ese no es el caso del H. Los centrales no dan salida, Decas no sabe desplegarse, Deiby Es puro vértigo e intensidad, pero sólo eso, Rivas Aporta muy poco y en ese mar confuso queda aislado el 9, en este caso Bengtsonquienes a pesar del desorden se ganaron la vida, permitiendo primero Chirinos en la portería, desmarcándose luego en el área para desatar un derechazo que sacó

Keylorsaliendo a pivotar para asociarse con los medios y peleándose con todos los centrales ticos Cascante y Arboine.

Entonces, con un equipo sin fútbol, ​​pero con un gol para recordar toda la vida, fue la heroicidad, la sobriedad y tranquilidad de su portero, sus grandes paradas, su presencia para darle seguridad, aplomo y contagiar a sus compañeros. Pero Rougier No tuvo su día y listo. Ésa fue la primera sorpresa desagradable.

Entonces con el 1-1 todo se complicó. Y no es eso Costa Rica ser un gran equipo, ahí el único que pesa es Keylor, pero Alfaro preparó un bloque digno, aprovechando las debilidades de Honduras con el balón y su desorden en defensa.

Y aquí vino la segunda sorpresa. Sí Alfaro hizo su trabajo, Rueda no. Se quedó por deber y no porque se alineó Rougier, Esta decisión la tomó con mucho sentido común, lo ilógico hubiera sido que utilizara otro portero. Lamentablemente el escenario se lo devoró a Jhony, una pena para él, porque se había ganado la oportunidad con trabajo limpio y grandes actuaciones.

Pero volvamos a Rueda. Es cierto, las bajas fueron cuantiosas, pero con la convocatoria que hizo debió armar un mejor once, dando la camiseta a quienes saben manejar el balón, para tratar de imponerse desde la posesión, no dándole la responsabilidad a aquellos que sólo aportan músculo.

Y luego con el 1-2 no tenía plan B, porque él mismo descartó a chicos que se habían ganado la convocatoria y que podían ayudarle a cambiar aún más la historia como Jhow Benavidez, Chino López y alexy vegacon diferencia el mejor jugador del torneo nacional.

Y para colmo, el extraño exabrupto de Rueda en el postpartido, al explicar su decisión de incluir Rougier en el 11 como una apuesta que salió mal.

En resumen, esa fue la historia de Dallas. Nos ganó un equipo que no tenía mucho y no hacía mucho. Pero Rougier Jugó como novato, Rueda estuvo obligado y los de blanco, como casi siempre, terminaron cabizbajos y, espero, dolidos por no estar a la altura de esos miles de hondureños que aman incondicionalmente a un equipo que no les da nada a cambio.

By Carlos Urrutia

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