El “gota a gota”, la nueva forma de extorsión de la Pandilla 18

San Pedro Sula, Honduras.- Las investigaciones de las autoridades establecen que el cobro de las extorsiones lo realiza la Banda 18 en sus sectores a donde envían a sus víctimas para entregarles el dinero.

Los pandilleros designan al dueño de una pulpería, a un vendedor de tortillas o a cualquier persona que colabore con ellos para entregar el dinero a las víctimas porque así quedan menos expuestos.

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También operan cobrando a través de envíos electrónicos utilizando personas que no tienen nada que ver con el delito para recibir el dinero.

Red

Los delitos a los que se dedica esta organización criminal son la extorsión, el narcotráfico, el sicariato, el secuestro y el robo de vehículos.

Uno de los métodos que han elegido para extorsionar es la concesión de “préstamo gota a gota” especialmente a vendedores ambulantes y comerciantes.

La pandilla se dedica a actividades delictivas como tráfico de drogas, extorsión, secuestro, asesinato y robo. La pandilla también tiene una estructura jerárquica, con líderes que dirigen las operaciones de la pandilla y miembros que llevan a cabo actividades criminales en el terreno. La pandilla también tiene un sistema de códigos y símbolos que utilizan para comunicarse entre sí.

Las condiciones de estos préstamos son que sean de fácil obtención, pago de cuotas diarias flexibles con altas tasas de interés, lo que dificulta su cancelación.

Cuando los comerciantes no pueden pagar, los despojan de sus mercancías e incluso pueden quitarles la vida.

Con el otorgamiento de estos créditos, este grupo delictivo organizado mueve millones de lempiras diariamente.

Las investigaciones también revelan que pandilleros se han apoderado de las casas de decenas de hondureños, obligándolos a huir a otros barrios e incluso a otros países.

Otro delito que comete la Banda 18 es el secuestro en su modalidad de pago rápido o exprés, en el que comerciantes y microempresarios son el principal objetivo. Choloma es donde se ha registrado la mayor incidencia de este delito y las víctimas son personas de clase media.

Los microempresarios y comerciantes son el principal objetivo, ya que son vulnerables al secuestro exprés porque la mayoría tienen sus negocios en zonas donde hay presencia de esta estructura criminal.

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Esto facilita que los pandilleros puedan realizar la investigación y dar seguimiento a este tipo de víctimas y no a personas de clase alta porque ellos se preocupan por su seguridad y para investigar a alguien de esa posición social se necesitan contactos para acceder a información personal y patrimonial. Es decir, la clase media es la más vulnerable. Todos conocen al pequeño empresario y comerciante y saben a qué hora sale y a qué hora llega.

La incidencia de este delito ha disminuido este año debido a que la Unidad Nacional Antisecuestro (UNAS) de la Dirección de Investigación Policial (DPI) ha capturado a varios integrantes de la Pandilla 18 que cometieron este delito.

Uno de los golpes que la UNAS le propinó a este crimen es la captura de Cristian Enrique Rápalo Zelaya (25 años), alias Pingo, uno de los autores intelectuales de los secuestros exprés en Choloma. Rápalo Zelaya fue detenido cuando se encontraba de vacaciones con su esposa en un lujoso hotel de playa en Puerto Cortés. Con la captura de El Pingo, según las autoridades, se frenó la comisión de secuestros exprés.

Secuestros exprés

Otro delito que comete la Banda 18 es el secuestro en su modalidad de pago rápido o exprés, en el que comerciantes y microempresarios son el principal objetivo.

En choloma Es donde se ha registrado la mayor incidencia de este delito y las víctimas son personas de clase media.

Los microempresarios y comerciantes son el principal objetivo porque son vulnerables al secuestro exprés debido a que la mayoría tienen sus negocios en zonas donde hay presencia de esta estructura criminal.

Esto facilita que los pandilleros puedan realizar la investigación y dar seguimiento a este tipo de víctimas y no a personas de clase alta porque ellos se preocupan por su seguridad y para investigar a alguien de esa posición social se necesitan contactos para acceder a información personal y patrimonial. Es decir, la clase media es la más vulnerable.

Todos conocen al pequeño empresario y comerciante y saben a qué hora sale y a qué hora llega.

La incidencia de este delito ha disminuido este año debido a que la Unidad Nacional Antisecuestro (UNAS) de la Dirección de Investigación Policial (DPI) ha capturado a varios integrantes de la Pandilla 18 que cometieron este delito.

Uno de los golpes que la UNAS le propinó a este crimen es la captura de Cristian Enrique Rápalo Zelaya (25 años), alias Pingo, uno de los autores intelectuales de los secuestros exprés en Choloma. Rápalo Zelaya fue detenido cuando se encontraba de vacaciones con su esposa en un lujoso hotel de playa en Puerto Cortés. Con la captura de El Pingo, según las autoridades, se frenó la comisión de secuestros exprés.

Las fronteras de la muerte

En su expansión territorial, las dos bandas mantienen una pelea por la disputa por algunas regiones, como el Atlántico donde ambas estructuras criminales están en guerra.

En Olanchito, Yoro, la Pandilla 18 no ha dejado pasar a la MS-13 que quiere instalarse en Sabá y Sonaguera en el departamento de Colón.

En los sectores donde hay mayor densidad poblacional como Chamelecón, Rivera Hernández, Cofradía, Pradera y Satélite, en San Pedro Sula, la Pandilla 18, al igual que la Mara Salvatrucha, han delimitado sus territorios cuyas líneas divisorias son llamadas fronteras de la muerte.

Se llaman fronteras de la muerte porque si alguien que vive en el territorio dominado por una de las pandillas y se traslada al lugar bajo su jurisdicción la pandilla contraria paga con la muerte.

By Carlos Urrutia

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